Graciela Zàrate Leòn
Cuando vuelvan mis ojos a encontrarte
pasajero de siempre
querida eternidad
yo habré cambiado.
Nuestro cariño no es para estos días
de llanto y de tristeza.
Ha de ser para otras alboradas,
para otras primaveras.
Entonces… podremos enseñar al mundo
el amor de verdad, claro…sereno.
Yo te despido amor.
¡Hasta cien años!
sábado, 11 de agosto de 2007
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