POR UNA PEDAGOGÍA DE LA LECTURA COMO PILAR Y FORTALEZA DE LA DOCENCIA Y DE LA SOCIEDAD
Por: GRACIELA ZÁRATE LEÓN
Tempo Giardinelli, en su libro Volver a leer nos ofrece una excelente definición de Pedagogía de la Lectura. Dice lo siguiente: “Consiste en el estudio de las actitudes, habilidades, prácticas y estrategias de lectura de una sociedad determinada. Incluye el análisis de usos y costumbres en los modos de lectura, la investigación y las propuestas tendientes al desarrollo de una sociedad de lectores, y se apoya en los mediadores de lectura, que son aquellos que actúan profesionalmente en el campo de la educación (docentes y bibliotecarios) y también los familiares, que son los primeros y más cercanos inductores de lectura de toda persona.
Pero fundamentalmente –y este es el objetivo primero y principal de la pedagogía de la lectura- lo que se busca es sembrar la semilla del deseo de leer y estimular todas las posibles prácticas lectoras. Procura que todas las personas lean y se orienta a fortalecer los hábitos lectores de las personas que ya leen, y a brindarles ideas y estrategias para que ellas mismas ayuden a que más personas quieran leer”
En este contexto, son claves palabras como: actitudes, habilidades, prácticas y estrategias, ellas se presentan como palabras mayores, ya que precisan campos del conocimiento que todo docente debe manejar con total dominio, tanto en la conceptuación teórica como en su práctica experiencial.
Igualmente, las voces: análisis, investigación y propuestas, centran la atención en la personalidad profesional crítica y reflexiva que debe caracterizar al docente, es decir, que el accionar de su labor exprese un buen uso de los niveles altos del dominio intelectual, aunados a una capacidad creativa comprometida solidariamente con los retos educativo-sociales y con la urgencia de dar respuestas efectivas para ellos.
Apoyo, mediadores, bibliotecarios, padres de familia, constituyen también expresiones que ubican al docente como un eje mediador central en todo campo de trabajo de pedagogía de la lectura, fundamentalmente en las relaciones humanas de primerísima importancia: docente-docentes, docente-bibliotecarios, docente-alumnos, dentro de la escuela; docente-padres de familia, docente-comunidad, más allá de ella.
El docente, debe ser un profesional pedagogo, buen lector. Es la única manera de saber qué se siente siendo lector, qué es la pasión por la lectura, qué es enriquecerse a través de ella, qué es manejar un vocabulario amplio y preciso, qué es sentir placer, amor y ganas de leer, cuáles son las ventajas que va dando la lectura, qué pasa en el pensamiento, en la memoria, en el comportamiento, en los sentimientos, en la autorreflexión, en las convicciones cuando se lee y cuando orienta la lectura de los demás, debe saber cómo lee, qué estrategias utiliza al leer y cuál es la efectividad en su uso.
Una personalidad lectora en el docente se traduce en la amplitud de sus conocimientos, criterios y conducta; en tener a la mano recursos para la complementación de los temas que desarrolla con sus alumnos, recursos convincentes, refrescantes, interesantes, novedosos. Ser un exponente pedagogo lector hace de un docente, un maestro que es capaz de contagiar el placer de leer a sus alumnos, y a través de ellos, a sus padres.
La no lectura en una sociedad humana, hace al ser menos humano pues la lectura moviliza en cada persona todas sus instancias intelectuales, afectivas y espirituales. La no lectura las anula y detiene la marcha de una sociedad hacia su desarrollo y realización democrática, ciudadana, cultural y ética.
Una Pedagogía de la Lectura debe ser reclamada clamorosamente por todos y, especialmente, por los docentes. Se debe abogar por una pedagogía que no se refiera solo a la formación en las aulas o centros universitarios para alumnos y docentes, sino que sea una meta social y universal que esté presente en los espacios abiertos y múltiples de toda comunidad.
Se debe luchar con las armas más nobles hasta que en nuestro país se respire una pedagogía lectora popular, masiva, pero muy celosa de su calidad y de su respeto a los derechos de toda persona.
A los docentes nos toca ser líderes en este campo, pues, esencialmente, es nuestro verdadero campo de acción y nuestro verdadero ideal profesional.
UNA EXPERIENCIA CON NIÑOS DE 3 y 4 AÑOS
BASE: POEMAS EN SON DE TRINOS Y FONOTRINOS
AUTORA: GRACIELA ZÁRATE LEÓN
¡Kíok kíok kíok!
¡Kíok kíok kíok!
Tintinnabulum
Cascabel tilín
Pregón de violín
Pájaro de abril
Campanilla alegre
de un perfecto
orfebre.
Ier. Momento
1) Observar en el jardín , el vuelo de los pajaritos.
2) Imitar el vuelo de los pajaritos(profesora y niños).
3) Escuchar el píar de los pajaritos.
4) Imitar el píar de los pajaritos, corriendo y piando libremente
IIdo. Momento
5. Escuchar la lectura de un poema (lee la profesora, destaca la entonación, da la nota de alegría al poema con gestos graciosos y expresiones sonrientes)
6. Repetir los fonotrinos del poema (inicia la profesora)
7. “Volar” por el jardín repitiendo los fonotrinos (no interviene la profesora)
8. Comentar libremente la experiencia (niños-profesora)
Nota: concluir con un dibujo libre.
Graciela Zárate León: Promotora y consultora de lectura. Escritora de poemas,
relatos y cuentos infantiles.
Nota: concluir con un dibujo libre.
Graciela Zárate León: Promotora y consultora de lectura. Escritora de poemas,
relatos y cuentos infantiles.
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