Poetas Norteñas
Olga Gutiérrez de Dileo
Olga Gutiérrez es la expresión del amor a la naturaleza, del gozo de la vida sencilla hilvanada en el cordel de los sentires profundos, de los amores en resonancia perfecta con la belleza de los paisajes circundantes y queridos desde siempre en cada vida.
Además de la poesía, Olga Gutiérrez también le dedicó un tiempo de intensidades a la pintura. En ella refleja el amor familiar, la casa familiar; el romanticismo de las tardes de verano y de mar, el largo camino de la alameda sampedrana, los algarrobos, árboles tan presentes en los campos de la provincia norteña, los paisajes de la zona aledaña a Chocofán, la calidez de su propio huerto. E, indudablemente, tiene también pinturas que reflejan el paisaje marino de la playa, el muelle de Pacasmayo y las gaviotas.
Olga Gutiérrez fue un alma absolutamente romántica y soñadora.
EL RÍO Y YO Olga Gutiérrez de Dileo
Me gusta estar junto al río en estas tardes de comienzos de Verano, cuando el aire dulce y tibio trae más directo el olor de los campos que lo rodean al mezclarse con el de la tierra mojada y el de la hierba húmeda que lo orillan, componiendo una exquisita fragancia que aspiro con fruición cuando el color e sus aguas en esta época, más verde y traslúcido, refleja como un espejo la luminosidad del cielo.
Busco un lugar sobre los altos jucos y allí me acomodo muellemente con el mejor de los ánimos, dispuesta a mirar, observar y escuchar sus voces, segura de que él también me verá y escuchará, de otra manera sería vana mi actitud. Mojo mis manos en su fresquísima agua y ahuecándolas la llevo a mi rostro que agradece esa caricia. Luego, haciendo una mueca, me miro en su superficie con las facciones distorsionadas y me río al pensar en que podría ser un pez raro que el agua no quiere llevarse.
El río es ancho y fuerte, profundo y misterioso y tiene mucha vida. Su hondura horroriza. ¡Qué espíritus maléficos podrán haber en ella!, mas en sus orillas es claro y manso y deja ver sus guijarros pequeños y redondos que se miran como ojitos traviesos.
¡Qué hermoso es el río, y cómo atrae a los pájaros! Llegan en bandadas de los sitios más lejanos: tordos, chiscos, colibríes y tantos otros, a posarse en el ramaje de los sauces que bajan hasta lamer sus aguas, y desde allí le cantan sus más dulces endechas alborotando el ambiente. El río les response con murmullos cristalinos, y es, en verdad, un encanto escuchar este concierto y entender esta armonía entre pájaros y agua comprendiéndose tan bien.
Yo le pregunto qué campos y huertos ha regado y qué ha visto en su largo recorrido. ¡Hay tantas y tantas cosas! Pero nada le gusta más que cuando el ganado abreva en sus aguas y con sus negras pezuñas la enturbia y la revuelve, esto es un juego para él que lo divierte, y un juego también, aún más gracioso, al entrar yo a bañarme, entonces se estrecha, se arremolina contra mí y me da un gran susto al levantarse de repente en altas ondas cubriéndome por completo de chorros cristalinos.
¡Oh, este río amigo! Es serio y es risueño, formal e imprevisible. Por eso me gusta el río y por eso vengo a estar junto a él en estas tardes de comienzos del Verano, perdida entre los altos juncos, arrullada en sus murmullos, envuelta en su encanto de libertad, fuerza y belleza que ni me doy cuenta que el día ya se acaba y el anochecer va llegando con sus sombras inquietantes, sus susurros y esa infinita paz que va aquietando seres y cosas. La superficie rizada del río se alisa y se apacigua y hasta el viento, más fuerte a esta hora, por un momento se silencia y suavemente se desliza entre los colgantes ramajes de los sauces. Me levanto y con un ademán cariñoso le digo adiós al río amigo que misteriosamente parece elevarse de su lecho adormilado en una onda fantasmal para decirme adiós también.
Comentario : El río y yo: espejo de un cielo luminoso, caricia hecha arrullo en su trajinar incesante, almacén de endechas de pájaros trinadores y decidores de la historia del tiempo, abrevadero donde juegan curiosamente negras pezuñas enlodadas de gusto, sombra inquietante de susurros, canto de libertad, de fuerza, de belleza, misterioso vaivén de aguas eternas.
2. NELLY FONSECA RECAVARREN
Nació el 12 de octubre de 1922 en Pacasmayo. Hija de Pedro Pavlo Fonseca y de Cristina Recavarren. Falleció en Lima el 9 de abril de 1963.
Siendo estudiante sufrió una caída que afectó durante toda su vida su columna vertebral. Atravesó por una crisis espiritual que a tiempo oportuno tuvo la visita del Dr. Walter Montaño quién la orientó y le obsequió una Biblia.
A los 7 años empezó a escribir poesías, a los 12 ya tenía su primer libro “Rosas Matinales”, publicado el año 1934. Escribió siete libros: “Heraldos del Porvenir”(1974), Luz en el sendero (1938), El Poema de América” (1940), “Sembrador de estrellas” (1942), Juan Carlos Krohare (1947), “Bethemora, la que mira al mar” (1949) y “Raíz del suelo” (libro póstumo). Los dos últimos libros fueron firmados con su nombre y apellidos, los otros llevan el seudónimo “Carlos Alberto Fonseca”.
Dirigió la página literaria de La Crónica, allá por los comienzos de los años cuarenta. También tuvo a su cargo la dirección de la revista “Palabra Americana”, tribuna del pensamiento, letras y poesía del continente.
Es autora del Himno Rotario, del Himno Pre-Militar y del poema épico “Pacasmayo”
“RAÍZ DEL SUEÑO” (1963) (NFR)
Te llevo en mí, como raíz del sueño,
penetrando mis hondas soledades.
De tu recuerdo nacen los poemas,
pero se van nutriendo con mi sangre.
Hubo en tu vida comunión más íntima…
¡Hubo, acaso, emoción más perdurable?...
Sobre mi vida en flor cruza tu aliento
Tal como un ancho río fecundante.
Cada estrofa que se abre entre mis manos,
-hecha a tu propia imagen-,
trae consigo un hálito infinito
que no logran los frutos de la carne.
Otras pueden tomar sobre tus labios
La caricia fugaz, el beso fácil.
Yo apenas te retengo en esa zona
Donde el instinto se convierte en arte.
Y estás en mí, como raíz del sueño,
poseyéndome el alma, sin tocarme.
Tú eres el carrillón y yo el sonido
que se fuga en el viento de la tarde.
Con este poema, indudablemente de tono intenso, se abre el poemarioi Pero… ¿Qué es la poesía para Nelly Fonseca?
Comentario: Es un discurso del alma que filosofa sobre el amor, de un gran amor cuya intensidad llena el espacio y el tiempo de su ser íntimo, y el poema surge de aquella región del alma, de aquel bagaje de vivencias, convirtiéndose en una forma de oración, de rezo silencioso que circula en la sangre, todos los segundos de la vida.
En Fonseca, el amor no se agota en lo físico material, ella cree y vivencia el amor- emoción, el amor del hálito infinito donde “el instinto se convierte en arte”. La pura poesía del amor navegando en la lo misterioso pero trascendente del sentimiento humano; ella trata de encontrar una materialización de sus sentimientos en las palabras y en la música que ellas poseen para, quizá, acercarse al amado que la “posee sin tocarla”.
3. GRACIELA ZÁRATE LEÓN
Camino en los últimos años, dedicada a promocionar la lectura: Soy Consultora Académica, con énfasis en Lectura y Animación a la Lectura. Trabajo hoy, mayormente con profesores. Lo hago a través de: Editorial Santillana, de la Mesa de Letras, bajo el auspicio del Consejo Nacional de Educación, y desde los Parques de Lectura, de la Municipalidad de San Borja.
Formo parte de APLIJ (Asociación de Escritores de Literatura Infantil y Juvenil). Desde este ámbito, tenemos una participación directa en todo evento relacionado con Lectura y Literatura Infantil. En todos estos casos, tengo la oportunidad de trabajar por la Movilización Nacional por la Lectura. Cada una de estas instituciones expresan mucha vitalidad en estos momentos de Urgencia y Emergencia Educativa.
Mis temas literarios continúan centrados en Mujer, Niño y Maestra. En cuanto a producción literaria tengo en compás de espera la atención a mi solicitud de publicación de dos obras para niños:
Cuento: Ciempiés CPXXI : Simpática y graciosa historia de un ciempiés muy vanidoso, a quien sus amigos deciden darle una buena lección.
Poesía: Poemas en son de Trinos y Fonotrinos cuyo punto de partida es un profundo amor a la Vida expresada en el prodigio de la naturaleza y una gran admiración a la maravilla que se expresa en cada uno de sus matices, en este caso, los trinos de los pájaros.
Trinos y Fonotrinos
ZZZUMM, ZZZUMMM
Gira, gira, gira
el pajarito pinto
haciendo un
zzzzumm, zzummm
en su loco pico
Gira, gira, gira
Suspende su vuelo
Sssrïiïii sssrïiiii
Flor de duraznero
Zzzumm, zzzummm,
El viajero mago
Liba con fruición
El néctar de amor
Está tan ufano
Que es todo un primor.
Sssrïiii, ssssriiiii
ARTESANOS DEL TIEMPO Graciela Zárate
Artesanía de paisajes
modelados por manos
hechiceras.
Folklore de música,
de danza,
de palabra
mágica.
Crisol de brujos,
de emolientes,
de huaqueros,
de fábulas
siempre en nota
de antara,
siempre en quipu eternal:
- memoria -
- trascendencia -
Amor sin tiempo
siempre llenando
los huecos del olvido
Canción de idioma nuevo
y de bohemia sui géneris.
MUJER DE SANGRE VERDE Graciela Zárate
Mientras hilo mi ovillo de uvas
contemplo a la mujer
mujer de sangre verde
y de ojos-sorpresa.
Mientras tejo mi túnica de azúcar
voy hilando la forma femenina:
masa de ideas verdes
y de manos desleídas.
Entonces caigo en cuenta
Que la tela de araña se agiganta
Y envuelve a la mujer
Mujer de sangre verde
Y de labios vacíos.
Y lloro en mis latidos
y en mi carne
a la hilandera
que se muere dentro.
Luego, un solo latido
Cruza todo mi ser
Y mis entrañs
Y entonces, SOY
la hilandera
rescatada del valle
del olvido.
Creo que la Agrupación de Escritoras Norteñas debe estar presente en todo evento cultural del país, creo que debemos realmente, sentar las bases y fundamentos de una corriente literaria representativa de la cultura y valores de esta parte del Perú del sg. XXI. Invito a las escritoras de esta zona del centro peruano a constituirse en la Agrupación de Escritoras del Centro y que muy pronto podamos ser una sola voz en contacto con las fuerzas secretas de la vida y con los hilos que unen nuestros destinos de peruanas y peruanos.
Muchas gracias
Graciela Zárate León
Con estas palabras cerramos esta plática de los tiempos de azul en sol mayor.
lunes, 12 de mayo de 2008
HACIA EL RESCATE DE LA PRODUCCION LITERARIA DE LA MUJER NORTEÑA
Por : Graciela Zárate León
ESCENARIO HISTORICO CULTURAL DEL NORTE DEL PERU
Como la vida, el arte de la palabra es misterioso y mágico. Es un suceso interior en el que se condensa la historia del yo íntimo de una persona y la esencia de sus raíces familiares y sociales, todo lo cual va dando forma al contenido poético que va manifestándose en palabras-verso, palabras- narración, palabras-diálogo tejiendo piezas multicolores de la emoción, del sentimiento, de los ecos intensos de la Vida y del Universo.
Creo, en consecuencia, que es necesario conocer el escenario cultural dentro del cual cobra vida la Agrupación de Escritoras Norteñas, escenario histórico que presento suscintamente haciendo referencia a dos de sus momentos más significativos: el más antiguo y el actual.
La costa norte del Perú acusó un continuo desarrollo cultural a partir del 8º siglo d.C. que culminó con el surgimiento de una de las sociedades complejas más importantes del mundo andino: el Estado Chimor, cuya sólida administración central le permitió gobernar toda una confederación de cacicazgos extendidos desde Tumbes al norte, hasta Carabayllo (Lima), al sur. Su capital política, administrativa y religiosa fue Chan Chan, la famosa ciudad de barro. Sus inicios y desarrollo abarcaron un espacio de 650 años aproximadamente (850 d.J- 1470 d.J).
Esta parte de la historia del Norte peruano está circundada por una serie de leyendas que hablan sobre el origen de los pueblos norteños, su organización y cultura. Se conoce hoy que esta zona sufrió una gran sequía por efectos del Fenómeno del Niño sumada a movimientos tectónicos que produjeron colapsos agrarios. Pero al recuperarse empezó a extender sus dominios hasta el río Santa por el Sur y el río Jequetepeque por el norte, alcanzando gran esplendor que se tradujo en una nueva extensión de sus dominios llegando hasta Lambayeque por el norte y hasta Lima por el sur, consolidando así un vasto imperio.
Alrededor del año 1470 Chimor fue conquistado por los incas y el otrora imperio quedó reducido a un cacicazgo local tributario del Inca.
Chimor fue tierra de artesanos, de orfebres y tejedores excepcionales, y de una arquitectura sorprendente, que habla de un gran desarrollo urbanístico.
Esta región norteña en los tiempos de la Colonia y la República mantuvo su status cultural en manifestaciones variadas de expresiones artísticas de las cuales se conservan valiosos exponentes.
Trujillo, actualmente, es la ciudad que va a la vanguardia de movimientos artísticos y literarios en la zona del norte del Perú. Destaca en ella la presencia de hermosas casonas de arquitectura colonial o de comienzos de la república; Trujillo es tierra de festivales de la canción y de la primavera; es una ciudad donde cobra vida el teatro, el ballet, la pintura. Alrededor de ella y enmarcando con mucha nobleza el norte serrano del país, encontramos a Cajamarca, ciudad múltiple en sus expresiones de cultura y con una fisonomía muy personal; también, muy dinámica en el trabajo creativo, a través del tiempo.
No podemos dejar de nombrar a Lambayeque y Chiclayo, que constituyen parte de esta columna vertebral norteña y que hoy por hoy, se nos revela como una zona de sorprendentes vestigios de tiempos antiguos, tierra del Señor de Sicán y del Señor de Sipán, vestigios que son admirados en el mundo entero y que impulsan la investigación de este brillante pasado.
Todos los pueblos norteños están hermanados en sus rasgos culturales históricos. Y extendemos esta apreciación a Piura y Tumbes, sin olvidar la zona norte de la selva, que hoy, más que nunca, está manifestando la diversidad de su cultura y de su creatividad, constituyendo así uno de los laboratorios vivientes más importantes del mundo por la presencia de muchas lenguas y por ende, de culturas sorprendentes a medida que se van estudiando.
Dentro de este macizo bloque de territorio cultural visto panorámicamente, nace la AGRUPACIÓN DE ESCRITORAS NORTEÑAS.
¿CÓMO SE GESTA LA AGRUPACION Y POR QUÉ ES DE MUJERES?
Un grupo de mujeres cajamarquinas, entusiastas profesionales y poetas, concretan un Encuentro en su querida ciudad natal. Después de conversaciones amistosas y significativas por su trascendencia, y coincidiendo con los Quinientos Años del Encuentro de Dos Mundos, en Cajamarca, donde se iniciara el mestizaje, se funda la Agrupación de Escritoras Norteñas del Perú, el día 7 de agosto de 1992. Se fija la ciudad de Trujillo como sede de la Agrupación en atención a su dinámica cultural, al desarrollo alcanzado y a su ubicación geográfica.
El 25 de febrero de 1993 se funda el núcleo de La Libertad en la ciudad de Trujillo, con un grupo de 30 mujeres intelectuales. La mayoría de ellas tiene como carta de presentación su obra escrita, aunque inédita en algunos casos, y también publicaciones en revistas y periódicos.
A partir de este momento se trabaja por la extensión de estos núcleos naciendo el de Lambayeque, Chiclayo, Piura, Sullana, Tumbes, Chimbote y en este momento, estableciendo contactos más vitales con Iquitos y Tarapoto.
El objetivo central de esta Agrupación es “ rescatar esa obra literaria escondida o callada, y buscar la evolución del pensamiento y sentimiento de la mujer norteña del siglo XX, yendo al rescate de una identidad regional con la certeza de que buscando esas identidades comunales será más seguro el camino para encontrar al Perú. También se define que es imperativo trabajar con el Norte peruano”.
Desde entonces es muy valioso cada paso de avance en el descubrimiento del arte de las mujeres que escriben en esta región. Se aprecia que existe un potencial intelectual vasto e interesante que, creemos, aún no ha sido estudiado en toda su hondura literaria y profundidad humanística. Creemos que éste es otro de los retos que exige respuestas con mayor investigación y con análisis críticos.
Cada núcleo de la Agrupación tiene su equipo directivo. Trujillo, como sede central ha organizado dos Encuentros y realizado dos concursos literarios dirigidos a las mujeres de la región. En ambos casos la convocatoria ha tenido una respuesta amplia y los resultados han sido muy satisfactorios.
El año 1995 se publicó la primera “Antología de Intelectuales Norteñas del Siglo XX”, con auspicio de la Municipalidad Provincial de Trujillo. Contiene 92 poemas, 09 cuentos, 12 ensayos, 12 artículos periodísticos y 06 composiciones musicales. Una segunda antología lleva como título “Parva al viento”, fue publicada el año 2004. Contiene los trabajos premiados en esta convocatoria, y son: 05 poemas, 06 narraciones, 05 artículos periodísticos y , 06 ensayos.
Dos mujeres que cumplen una especial función en la Agrupación de Escritoras Norteñas a nivel regional son Teresa Guerra García de Rodríguez Nache y Elia Alvarez del Villar Revoredo, excelentes personas, destacadas profesionales y escritoras, reconocidas por su dedicación y entrega al arte y a la cultura. Ellas firman estas dos antologías, garantizando con su rúbrica el contenido de las mismas.
Poetas que realzan con su presencia y obra estas antologías son: Giuliana Aguirre Cevallos (Chiclayo), Elia Alvarez del Villar (Trujillo), Fanny Amaya de Castro (Chulucanas), Estrella Arroyo de Guedes (Paiján), Ligia Balarezo Mesones (Chimbote), Anabel Calderón Figuerola (San Pedro de Lloc), Elvira Castro de Quiroz (Piura), Olga Collazos de Gutiérrez (Cutervo), Magdalena de la Fuente (Pacasmayo), Laura Graus de La Cruz (Chao-La Libertad), Lucy Iparraguirre de Mantilla (Cajabamba), Maruja Tafur (Chepén-La Libertad), Nelly Fonseca Recavarren (Pacasmayo) y muchas otras escritoras, periodistas, narradoras y ensayistas que realzan con su obra poética la creatividad literaria del Norte del Perú.
Las mujeres de este Perú profundo cantan al amor en sus diferentes matices, se canta a Chan Chan y a las huacas del Sol y de la Luna en un intenso nocturno heroico, presentan una muestra emblemática de la mujer madre, unas cholitas serranas aparecen en cálidos romances, nos dicen también cómo nace una poeta y cómo enrumba hacia el arte con su vuelo de gaviota; las poetas norteñas cantan a los puertos y al mar , nos dan el semblante de una niña buena en un inquieto romance de finuras y alegrías, hacen preguntas existenciales sobre la libertad de la mujer y sobre su condición de ave doméstica “que tiene las alas plegadas sujetas por una extraña y propia voluntad”, expresan profundos dolores ante los estertores que anuncian la muerte de los seres amados, perfilan los pueblos y sus épocas de gloria, hacen de las palabras armónicos mensajes para el alma de los niños, convierten en murmullos incansables el color brillante de las luciérnagas y el camino de la jornada larga de las hormigas. En el verso de las poetas místicas se nombra a Cristo como símbolo del alma que aspira a la paz en mérito a su Alianza con los hombres, se reconoce y se respeta a las mujeres que han hecho historia con su pluma y su voz, nos muestran la poesía de una niña merluza que está en peligro.
Alzan su palabra de protesta ante la injusticia social frente a los niños de nuestra patria, frente a la violencia y machismo aún presentes en nuestro contexto social.
Diversos tonos, diversos estilos, diferentes tiempos, infinitas vivencias… La mujer escritora norteña tiene diferentes líneas, muchos caminos para manifestar la intensidad de la Vida.
El año 2005, el Alcalde de Trujillo, Sr. José Murgia Zannier, declaró por Resolución Municipal, el 08 de Julio como el Día de la Escritora Norteña, manifestando en su discurso que invitaba a todos los alcaldes del Perú a localizar y reconocer el valioso aporte de la mujer norteña de todos los pueblos y departamentos.
En esta onda cultural del siglo XXI hay, pues, un llamado urgente para dirigir la mirada hacia cada lugar de nuestro Perú profundo y auscultar en ellos la presencia de la mujer artista de la palabra para rescatar sus creaciones, porque en ellas está presente siempre el alma viva de la humanidad y de los pueblos y su visión es el complemento necesario para rescatar nuestra identidad nacional.
Tomaré unas palabras de Jaime García Maffla, escritor colombiano, acomodándolas para cerrar este momento de enlace poético, y como agradecimiento a todos ustedes su fineza como escuchas:
“No se puede definir la poesía, sino solo atisbarla, cercarla, señalarla, experimentarla, ir hacia ella en la contemplación o hacerla una con nuestra mirada, ir hacia su materia hecha de palabras, de emoción y de visión. Pero sí podemos decir “esto es poesía” por lo que lleva o trae hasta nosotros, por lo que es a nuestro corazón y lo que hace su vuelo y su actuación, su acción y su hálito en nuestro espíritu.
Ella nos permite evocar otras regiones y otros seres, otras formas y modos de vida… nos permite la ensoñación. La poesía es nuestro ir con otros en la vida, hacer los días con intensidad y abrir nuestro ser profundo a todos los instantes del tiempo y convertirlos en transparencia de afectos y de conmociones cargadas de nobleza”. En ese camino de la belleza literaria, nos suscribimos como Agrupación de Escritoras Norteñas del Perú.
Muchas gracias.
Ponencia presentada en el IV encuentro Nacional de Escritores “Manuel Jesús Baquerizo”, auspiciado por el Instituto Nacional de Cultura –Ica
Visión de las literaturas regionales del Perú.
Por : Graciela Zárate León
ESCENARIO HISTORICO CULTURAL DEL NORTE DEL PERU
Como la vida, el arte de la palabra es misterioso y mágico. Es un suceso interior en el que se condensa la historia del yo íntimo de una persona y la esencia de sus raíces familiares y sociales, todo lo cual va dando forma al contenido poético que va manifestándose en palabras-verso, palabras- narración, palabras-diálogo tejiendo piezas multicolores de la emoción, del sentimiento, de los ecos intensos de la Vida y del Universo.
Creo, en consecuencia, que es necesario conocer el escenario cultural dentro del cual cobra vida la Agrupación de Escritoras Norteñas, escenario histórico que presento suscintamente haciendo referencia a dos de sus momentos más significativos: el más antiguo y el actual.
La costa norte del Perú acusó un continuo desarrollo cultural a partir del 8º siglo d.C. que culminó con el surgimiento de una de las sociedades complejas más importantes del mundo andino: el Estado Chimor, cuya sólida administración central le permitió gobernar toda una confederación de cacicazgos extendidos desde Tumbes al norte, hasta Carabayllo (Lima), al sur. Su capital política, administrativa y religiosa fue Chan Chan, la famosa ciudad de barro. Sus inicios y desarrollo abarcaron un espacio de 650 años aproximadamente (850 d.J- 1470 d.J).
Esta parte de la historia del Norte peruano está circundada por una serie de leyendas que hablan sobre el origen de los pueblos norteños, su organización y cultura. Se conoce hoy que esta zona sufrió una gran sequía por efectos del Fenómeno del Niño sumada a movimientos tectónicos que produjeron colapsos agrarios. Pero al recuperarse empezó a extender sus dominios hasta el río Santa por el Sur y el río Jequetepeque por el norte, alcanzando gran esplendor que se tradujo en una nueva extensión de sus dominios llegando hasta Lambayeque por el norte y hasta Lima por el sur, consolidando así un vasto imperio.
Alrededor del año 1470 Chimor fue conquistado por los incas y el otrora imperio quedó reducido a un cacicazgo local tributario del Inca.
Chimor fue tierra de artesanos, de orfebres y tejedores excepcionales, y de una arquitectura sorprendente, que habla de un gran desarrollo urbanístico.
Esta región norteña en los tiempos de la Colonia y la República mantuvo su status cultural en manifestaciones variadas de expresiones artísticas de las cuales se conservan valiosos exponentes.
Trujillo, actualmente, es la ciudad que va a la vanguardia de movimientos artísticos y literarios en la zona del norte del Perú. Destaca en ella la presencia de hermosas casonas de arquitectura colonial o de comienzos de la república; Trujillo es tierra de festivales de la canción y de la primavera; es una ciudad donde cobra vida el teatro, el ballet, la pintura. Alrededor de ella y enmarcando con mucha nobleza el norte serrano del país, encontramos a Cajamarca, ciudad múltiple en sus expresiones de cultura y con una fisonomía muy personal; también, muy dinámica en el trabajo creativo, a través del tiempo.
No podemos dejar de nombrar a Lambayeque y Chiclayo, que constituyen parte de esta columna vertebral norteña y que hoy por hoy, se nos revela como una zona de sorprendentes vestigios de tiempos antiguos, tierra del Señor de Sicán y del Señor de Sipán, vestigios que son admirados en el mundo entero y que impulsan la investigación de este brillante pasado.
Todos los pueblos norteños están hermanados en sus rasgos culturales históricos. Y extendemos esta apreciación a Piura y Tumbes, sin olvidar la zona norte de la selva, que hoy, más que nunca, está manifestando la diversidad de su cultura y de su creatividad, constituyendo así uno de los laboratorios vivientes más importantes del mundo por la presencia de muchas lenguas y por ende, de culturas sorprendentes a medida que se van estudiando.
Dentro de este macizo bloque de territorio cultural visto panorámicamente, nace la AGRUPACIÓN DE ESCRITORAS NORTEÑAS.
¿CÓMO SE GESTA LA AGRUPACION Y POR QUÉ ES DE MUJERES?
Un grupo de mujeres cajamarquinas, entusiastas profesionales y poetas, concretan un Encuentro en su querida ciudad natal. Después de conversaciones amistosas y significativas por su trascendencia, y coincidiendo con los Quinientos Años del Encuentro de Dos Mundos, en Cajamarca, donde se iniciara el mestizaje, se funda la Agrupación de Escritoras Norteñas del Perú, el día 7 de agosto de 1992. Se fija la ciudad de Trujillo como sede de la Agrupación en atención a su dinámica cultural, al desarrollo alcanzado y a su ubicación geográfica.
El 25 de febrero de 1993 se funda el núcleo de La Libertad en la ciudad de Trujillo, con un grupo de 30 mujeres intelectuales. La mayoría de ellas tiene como carta de presentación su obra escrita, aunque inédita en algunos casos, y también publicaciones en revistas y periódicos.
A partir de este momento se trabaja por la extensión de estos núcleos naciendo el de Lambayeque, Chiclayo, Piura, Sullana, Tumbes, Chimbote y en este momento, estableciendo contactos más vitales con Iquitos y Tarapoto.
El objetivo central de esta Agrupación es “ rescatar esa obra literaria escondida o callada, y buscar la evolución del pensamiento y sentimiento de la mujer norteña del siglo XX, yendo al rescate de una identidad regional con la certeza de que buscando esas identidades comunales será más seguro el camino para encontrar al Perú. También se define que es imperativo trabajar con el Norte peruano”.
Desde entonces es muy valioso cada paso de avance en el descubrimiento del arte de las mujeres que escriben en esta región. Se aprecia que existe un potencial intelectual vasto e interesante que, creemos, aún no ha sido estudiado en toda su hondura literaria y profundidad humanística. Creemos que éste es otro de los retos que exige respuestas con mayor investigación y con análisis críticos.
Cada núcleo de la Agrupación tiene su equipo directivo. Trujillo, como sede central ha organizado dos Encuentros y realizado dos concursos literarios dirigidos a las mujeres de la región. En ambos casos la convocatoria ha tenido una respuesta amplia y los resultados han sido muy satisfactorios.
El año 1995 se publicó la primera “Antología de Intelectuales Norteñas del Siglo XX”, con auspicio de la Municipalidad Provincial de Trujillo. Contiene 92 poemas, 09 cuentos, 12 ensayos, 12 artículos periodísticos y 06 composiciones musicales. Una segunda antología lleva como título “Parva al viento”, fue publicada el año 2004. Contiene los trabajos premiados en esta convocatoria, y son: 05 poemas, 06 narraciones, 05 artículos periodísticos y , 06 ensayos.
Dos mujeres que cumplen una especial función en la Agrupación de Escritoras Norteñas a nivel regional son Teresa Guerra García de Rodríguez Nache y Elia Alvarez del Villar Revoredo, excelentes personas, destacadas profesionales y escritoras, reconocidas por su dedicación y entrega al arte y a la cultura. Ellas firman estas dos antologías, garantizando con su rúbrica el contenido de las mismas.
Poetas que realzan con su presencia y obra estas antologías son: Giuliana Aguirre Cevallos (Chiclayo), Elia Alvarez del Villar (Trujillo), Fanny Amaya de Castro (Chulucanas), Estrella Arroyo de Guedes (Paiján), Ligia Balarezo Mesones (Chimbote), Anabel Calderón Figuerola (San Pedro de Lloc), Elvira Castro de Quiroz (Piura), Olga Collazos de Gutiérrez (Cutervo), Magdalena de la Fuente (Pacasmayo), Laura Graus de La Cruz (Chao-La Libertad), Lucy Iparraguirre de Mantilla (Cajabamba), Maruja Tafur (Chepén-La Libertad), Nelly Fonseca Recavarren (Pacasmayo) y muchas otras escritoras, periodistas, narradoras y ensayistas que realzan con su obra poética la creatividad literaria del Norte del Perú.
Las mujeres de este Perú profundo cantan al amor en sus diferentes matices, se canta a Chan Chan y a las huacas del Sol y de la Luna en un intenso nocturno heroico, presentan una muestra emblemática de la mujer madre, unas cholitas serranas aparecen en cálidos romances, nos dicen también cómo nace una poeta y cómo enrumba hacia el arte con su vuelo de gaviota; las poetas norteñas cantan a los puertos y al mar , nos dan el semblante de una niña buena en un inquieto romance de finuras y alegrías, hacen preguntas existenciales sobre la libertad de la mujer y sobre su condición de ave doméstica “que tiene las alas plegadas sujetas por una extraña y propia voluntad”, expresan profundos dolores ante los estertores que anuncian la muerte de los seres amados, perfilan los pueblos y sus épocas de gloria, hacen de las palabras armónicos mensajes para el alma de los niños, convierten en murmullos incansables el color brillante de las luciérnagas y el camino de la jornada larga de las hormigas. En el verso de las poetas místicas se nombra a Cristo como símbolo del alma que aspira a la paz en mérito a su Alianza con los hombres, se reconoce y se respeta a las mujeres que han hecho historia con su pluma y su voz, nos muestran la poesía de una niña merluza que está en peligro.
Alzan su palabra de protesta ante la injusticia social frente a los niños de nuestra patria, frente a la violencia y machismo aún presentes en nuestro contexto social.
Diversos tonos, diversos estilos, diferentes tiempos, infinitas vivencias… La mujer escritora norteña tiene diferentes líneas, muchos caminos para manifestar la intensidad de la Vida.
El año 2005, el Alcalde de Trujillo, Sr. José Murgia Zannier, declaró por Resolución Municipal, el 08 de Julio como el Día de la Escritora Norteña, manifestando en su discurso que invitaba a todos los alcaldes del Perú a localizar y reconocer el valioso aporte de la mujer norteña de todos los pueblos y departamentos.
En esta onda cultural del siglo XXI hay, pues, un llamado urgente para dirigir la mirada hacia cada lugar de nuestro Perú profundo y auscultar en ellos la presencia de la mujer artista de la palabra para rescatar sus creaciones, porque en ellas está presente siempre el alma viva de la humanidad y de los pueblos y su visión es el complemento necesario para rescatar nuestra identidad nacional.
Tomaré unas palabras de Jaime García Maffla, escritor colombiano, acomodándolas para cerrar este momento de enlace poético, y como agradecimiento a todos ustedes su fineza como escuchas:
“No se puede definir la poesía, sino solo atisbarla, cercarla, señalarla, experimentarla, ir hacia ella en la contemplación o hacerla una con nuestra mirada, ir hacia su materia hecha de palabras, de emoción y de visión. Pero sí podemos decir “esto es poesía” por lo que lleva o trae hasta nosotros, por lo que es a nuestro corazón y lo que hace su vuelo y su actuación, su acción y su hálito en nuestro espíritu.
Ella nos permite evocar otras regiones y otros seres, otras formas y modos de vida… nos permite la ensoñación. La poesía es nuestro ir con otros en la vida, hacer los días con intensidad y abrir nuestro ser profundo a todos los instantes del tiempo y convertirlos en transparencia de afectos y de conmociones cargadas de nobleza”. En ese camino de la belleza literaria, nos suscribimos como Agrupación de Escritoras Norteñas del Perú.
Muchas gracias.
Ponencia presentada en el IV encuentro Nacional de Escritores “Manuel Jesús Baquerizo”, auspiciado por el Instituto Nacional de Cultura –Ica
Visión de las literaturas regionales del Perú.
CENTENARIO DEL CLUB PACASMAYO
Graciela S. Zárate León
Hay muchas expresiones de la voz paterna que tienen en el recuerdo la posibilidad de actualizarse en otros momentos y en otros escenarios para pintarlos con los pinceles de una exacta sabiduría. Yo conversaba con mi padre sobre muchos temas de la vida familiar y social pacasmayina. El tema “club” estuvo presente muchas veces en esas charlas del crepúsculo. Yo tenía una grabadora y me gustaba impregnarla de su voz. Hoy la estoy escuchando. Mi padre, don Alberto Zárate, me dejó perfiladas las palabras con las que empiezo mi homenaje al Club Pacasmayo, en el día de su Centenario.
En momentos en que la fragilidad de las instituciones está tan presente porque los embates de la vida moderna van trastocando los cimientos de las convicciones, formas de vida, filosofías y esencialidades humanas, hablar de un núcleo social como el Club Pacasmayo, anidado en ese entrañable puerto norteño, y de su cumpleaños número cien, es como un respiro de alivio y un atisbo de esperanza en escenarios re-creados donde los grupos humanos puedan seguir ensayando la unión, la solidaridad, la alegría y el sabor del encuentro y de la amistad.
El hecho de cumplir Cien Años de Vida, nos habla de una institución con una larga historia y esa historia, indudablemente, es también parte de la historia más significativa de la provincia, del puerto y de la gente que habita en ellos.
Atisbando en el pasado nos trasladamos a principios del siglo XX y vemos a un grupo de hombres jóvenes y de mediana edad, todos ellos amigos mayormente, pacasmayinos. Se cuenta que ellos se reunían diariamente en la botica de Don Manuel Ainzoaín que quedaba en la Plaza de Armas, para charlar, contar y comentar los acontecimientos y chismecillos del lugar. Estas charlas estaban acompañadas de sabrosas parrillas de pollo, churrasco o cabrito.
En el vaivén de esos días, uno de los integrantes del grupo, don Demetrio Padilla, bautizó al grupo, entre risas y afectos sinceros, como “El Club Parrilla” y poco después, para identificarse todos con mayor precisión, se condecoraron con un distintivo que era una parrillita de hojalata adornada con una cinta verde “como si ella quisiera significar una esperanza para el devenir de los tiempos”.
Fue “El Club Parrilla”, poco tiempo después, quien alentó la formación de una institución representativa de la sociedad pacasmayina. Y así nace, el 19 de abril de 1903, el Club Pacasmayo, cuyo primer presidente y vicepresidente fueron los Sres. Aurelio Herrera y Lucas Rodríguez.
Esta primera sesión la presidió el Sr. Francisco de Aliaga quien manifestó “que todos habían concebido el propósito de establecer un centro social que tuviese por objeto proporcionar a sus socios y familias las distracciones admitidas en la buena sociedad”. Así mismo, el Sr. Víctor J. Sousa dijo que el iniciador de este proyecto había sido el Dr. Lucas Rodríguez con la idea de que “este centro social sirviese a la vez que de reunión culta para los socios, de unión y solaz para las familias”.
El primer local del Club Pacasmayo estuvo en los altos del Hotel Perú. Poco tiempo después se trasladó al inmueble de la familia Herrera, situado en la ribera del puerto que es el que hasta ahora se ocupa. Durante la presidencia del Sr. Benjamín del Solar , en 1935, y con la colaboración del consocio, entonces Ministro de Marina, Contralmirante Héctor Mercado, se logró que el Estado donase al Club el terreno ribereño adyacente a este inmueble, que tiene un área de 420 metros cuadrados. El mejoramiento del local se lleva a cabo en forma constante por las diferentes Juntas Directivas.
Son acontecimientos importantes en los primeros años de historia del Club Pacasmayo, el reconocimiento que hizo destacando los valores morales de dos valientes varones: el Dr. Valdemaro Mendoza, por su respuesta profesional y abnegada frente a la primera epidemia de peste bubónica que causó muchas víctimas y mucha inquietud en los habitantes; y un joven alemán, Adolfo Weiszflog, empleado de la casa comercial Hilbk Kuntze, hijo de uno de los principales accionistas de esta firma en Alemania, quien se brindó espontáneamente, como un verdadero héroe civil, para servir de enfermero y aislarse con las víctimas de la peste durante tres meses en un nosocomio de emergencia, situado en las afueras de la población.
Como acontecimientos muy notables el Club Pacasmayo tiene en sus páginas de vida la presencia de dos presidentes del Perú: en julio de 1906, Don José Pardo y en 1943 Don Manuel Prado. Ambos fueron acogidos en sus salones con una elegante fiesta y con la presencia de personas destacadas de la provincia y departamentos vecinos. También estuvieron en sus salones personajes como los expresidentes, General Miguel Iglesias y Mariscal Andrés Avelino Cáceres.
Hay una etapa también muy larga y muy nutrida de acontecimientos significativos en los últimos cincuenta años de vida del Club Pacasmayo.
La presencia de la Fábrica de Cemento Pacasmayo SA., hoy, Compañía Cementos Norte Pacasmayo SA., transforma la vida de este querido pueblo y al mismo tiempo se va advirtiendo un progresivo aumento de sus habitantes (al iniciarse el siglo XX Pacasmayo tenía 2,000 habitantes; al iniciarse el siglo XXI son, aproximadamente, 28,000 habitantes). La vida de un pueblo de agricultores y comerciantes, se va transformando en la vida de un pueblo industrial. La presencia de profesionales y técnicos peruanos y extranjeros, la dirección administrativa, la convocatoria de especialistas en profesiones diversas, permite que este centro social se revitalice con nuevos socios.
Es importante señalar que la honda de cambio de los tiempos modernos en puntos de vista sociales cada vez más democráticos, flexibiliza la admisión de socios y da lugar a que los cuadros directivos se amplíen y se renueven. Se cuenta entonces, en algunos casos, con presidentes que son trabajadores o directivos de la Cía de Cemento, el Sr. Francisco D’Angelo y el Sr. Pablo Carreño, entre otros.
Pero los hijos del lugar son los que marcan el rumbo continuo de este centro social. Y, con una especial deferencia, ánimo y afecto aseguran la permanencia de esta institución. Tenemos una amplia relación de Juntas Directivas entre las cuales nombramos a algunos Presidentes: el Sr. Alberto Lau, Estuardo Saavedra, Samuel Gleiser, matizando esta lista la presencia de la primera Presidenta, Sra. Anita Reaño de Conroy.
Constituye también un ejemplo de esta expresión espiritual afectiva y deferente la actual Junta Directiva en la cual apreciamos rasgos muy generosos y encomiables al preparar con mesura, y a la vez, elegancia y fineza, la celebración de este Primer Centenario sorteando todas las dificultades que caracterizan al momento actual . Le alcanzamos una felicitación y reconocimiento en la persona de su Presidente, Sr. Estuardo Saavedra y de su querida esposa, Sra. Marcela Flores, quien tiene una especial presencia en este momento de conmemoración del Primer Centenario del Club Pacasmayo.
En esta honda de cambios trascendentales hay que destacar la mirada innovadora de esta institución, que desde hace muchos años, sumó en la lista de sus socios a las Mujeres, invitándolas a formar parte, de manera independiente, en la cédula de socios inscritos en este centro social. Hacemos mención en este momento a la directiva que presidió el Dr. Nelson Chamochumbi. Indudablemente, una nota de avanzada.
En el espacio interior de este centro social se han llevado a cabo muchas fiestas que forman parte de su tradición, por ejemplo la fiesta de Año Nuevo, de 28 de Julio, de Carnavales. Pero también el club está pronto a realizar reuniones y eventos como conferencias, exposiciones, recitales, contribuyendo así al desarrollo cultural de sus socios y muchas veces, de la colectividad pacasmayina. El programa que en esta ocasión se ofrece corrobora estas palabras: la Presentación del Grupo de Zarzuela del Club Regatas Lima, la Gran Noche Deportiva, la Exposición de fotografías y pintura de autores locales e invitados, así como el Almuerzo Criollo y la Fiesta de Gala son actividades que rubrican el deseo de celebrar su historia centenaria como asociación de carácter social.
Un siglo de vida institucional nos habla de muchísimas sesiones, cientos y cientos de actas, de múltiples actividades realizadas, de anécdotas y datos interesantes, de sesiones con diversos ritmos de empuje, de frustración, de empeño, de tesón y de trabajo. Llevar adelante una institución como ésta exige hacer todo lo posible por dotarlo de un ambiente acogedor, humano y placentero, distinguido y decente, estable, prudente y cada vez más autónomo y democrático. Hoy, indudablemente, el ritmo de la vida ha cambiado. Los seres humanos necesitamos lugares de encuentro, espacios vitales en humanidad y solidarios, cada vez más, en valores. Necesitamos cada vez más, ensayar la amistad, aprender la donación, experimentar el diálogo.
En estos CIEN AÑOS DE VIDA del CLUB PACASMAYO hacemos votos porque su presencia en nuestro querido puerto esté animada en todo momento por estos principios que son los que aseguran una vida más digna, más generosa, más placentera y más humana.
Graciela S. Zárate León
Hay muchas expresiones de la voz paterna que tienen en el recuerdo la posibilidad de actualizarse en otros momentos y en otros escenarios para pintarlos con los pinceles de una exacta sabiduría. Yo conversaba con mi padre sobre muchos temas de la vida familiar y social pacasmayina. El tema “club” estuvo presente muchas veces en esas charlas del crepúsculo. Yo tenía una grabadora y me gustaba impregnarla de su voz. Hoy la estoy escuchando. Mi padre, don Alberto Zárate, me dejó perfiladas las palabras con las que empiezo mi homenaje al Club Pacasmayo, en el día de su Centenario.
En momentos en que la fragilidad de las instituciones está tan presente porque los embates de la vida moderna van trastocando los cimientos de las convicciones, formas de vida, filosofías y esencialidades humanas, hablar de un núcleo social como el Club Pacasmayo, anidado en ese entrañable puerto norteño, y de su cumpleaños número cien, es como un respiro de alivio y un atisbo de esperanza en escenarios re-creados donde los grupos humanos puedan seguir ensayando la unión, la solidaridad, la alegría y el sabor del encuentro y de la amistad.
El hecho de cumplir Cien Años de Vida, nos habla de una institución con una larga historia y esa historia, indudablemente, es también parte de la historia más significativa de la provincia, del puerto y de la gente que habita en ellos.
Atisbando en el pasado nos trasladamos a principios del siglo XX y vemos a un grupo de hombres jóvenes y de mediana edad, todos ellos amigos mayormente, pacasmayinos. Se cuenta que ellos se reunían diariamente en la botica de Don Manuel Ainzoaín que quedaba en la Plaza de Armas, para charlar, contar y comentar los acontecimientos y chismecillos del lugar. Estas charlas estaban acompañadas de sabrosas parrillas de pollo, churrasco o cabrito.
En el vaivén de esos días, uno de los integrantes del grupo, don Demetrio Padilla, bautizó al grupo, entre risas y afectos sinceros, como “El Club Parrilla” y poco después, para identificarse todos con mayor precisión, se condecoraron con un distintivo que era una parrillita de hojalata adornada con una cinta verde “como si ella quisiera significar una esperanza para el devenir de los tiempos”.
Fue “El Club Parrilla”, poco tiempo después, quien alentó la formación de una institución representativa de la sociedad pacasmayina. Y así nace, el 19 de abril de 1903, el Club Pacasmayo, cuyo primer presidente y vicepresidente fueron los Sres. Aurelio Herrera y Lucas Rodríguez.
Esta primera sesión la presidió el Sr. Francisco de Aliaga quien manifestó “que todos habían concebido el propósito de establecer un centro social que tuviese por objeto proporcionar a sus socios y familias las distracciones admitidas en la buena sociedad”. Así mismo, el Sr. Víctor J. Sousa dijo que el iniciador de este proyecto había sido el Dr. Lucas Rodríguez con la idea de que “este centro social sirviese a la vez que de reunión culta para los socios, de unión y solaz para las familias”.
El primer local del Club Pacasmayo estuvo en los altos del Hotel Perú. Poco tiempo después se trasladó al inmueble de la familia Herrera, situado en la ribera del puerto que es el que hasta ahora se ocupa. Durante la presidencia del Sr. Benjamín del Solar , en 1935, y con la colaboración del consocio, entonces Ministro de Marina, Contralmirante Héctor Mercado, se logró que el Estado donase al Club el terreno ribereño adyacente a este inmueble, que tiene un área de 420 metros cuadrados. El mejoramiento del local se lleva a cabo en forma constante por las diferentes Juntas Directivas.
Son acontecimientos importantes en los primeros años de historia del Club Pacasmayo, el reconocimiento que hizo destacando los valores morales de dos valientes varones: el Dr. Valdemaro Mendoza, por su respuesta profesional y abnegada frente a la primera epidemia de peste bubónica que causó muchas víctimas y mucha inquietud en los habitantes; y un joven alemán, Adolfo Weiszflog, empleado de la casa comercial Hilbk Kuntze, hijo de uno de los principales accionistas de esta firma en Alemania, quien se brindó espontáneamente, como un verdadero héroe civil, para servir de enfermero y aislarse con las víctimas de la peste durante tres meses en un nosocomio de emergencia, situado en las afueras de la población.
Como acontecimientos muy notables el Club Pacasmayo tiene en sus páginas de vida la presencia de dos presidentes del Perú: en julio de 1906, Don José Pardo y en 1943 Don Manuel Prado. Ambos fueron acogidos en sus salones con una elegante fiesta y con la presencia de personas destacadas de la provincia y departamentos vecinos. También estuvieron en sus salones personajes como los expresidentes, General Miguel Iglesias y Mariscal Andrés Avelino Cáceres.
Hay una etapa también muy larga y muy nutrida de acontecimientos significativos en los últimos cincuenta años de vida del Club Pacasmayo.
La presencia de la Fábrica de Cemento Pacasmayo SA., hoy, Compañía Cementos Norte Pacasmayo SA., transforma la vida de este querido pueblo y al mismo tiempo se va advirtiendo un progresivo aumento de sus habitantes (al iniciarse el siglo XX Pacasmayo tenía 2,000 habitantes; al iniciarse el siglo XXI son, aproximadamente, 28,000 habitantes). La vida de un pueblo de agricultores y comerciantes, se va transformando en la vida de un pueblo industrial. La presencia de profesionales y técnicos peruanos y extranjeros, la dirección administrativa, la convocatoria de especialistas en profesiones diversas, permite que este centro social se revitalice con nuevos socios.
Es importante señalar que la honda de cambio de los tiempos modernos en puntos de vista sociales cada vez más democráticos, flexibiliza la admisión de socios y da lugar a que los cuadros directivos se amplíen y se renueven. Se cuenta entonces, en algunos casos, con presidentes que son trabajadores o directivos de la Cía de Cemento, el Sr. Francisco D’Angelo y el Sr. Pablo Carreño, entre otros.
Pero los hijos del lugar son los que marcan el rumbo continuo de este centro social. Y, con una especial deferencia, ánimo y afecto aseguran la permanencia de esta institución. Tenemos una amplia relación de Juntas Directivas entre las cuales nombramos a algunos Presidentes: el Sr. Alberto Lau, Estuardo Saavedra, Samuel Gleiser, matizando esta lista la presencia de la primera Presidenta, Sra. Anita Reaño de Conroy.
Constituye también un ejemplo de esta expresión espiritual afectiva y deferente la actual Junta Directiva en la cual apreciamos rasgos muy generosos y encomiables al preparar con mesura, y a la vez, elegancia y fineza, la celebración de este Primer Centenario sorteando todas las dificultades que caracterizan al momento actual . Le alcanzamos una felicitación y reconocimiento en la persona de su Presidente, Sr. Estuardo Saavedra y de su querida esposa, Sra. Marcela Flores, quien tiene una especial presencia en este momento de conmemoración del Primer Centenario del Club Pacasmayo.
En esta honda de cambios trascendentales hay que destacar la mirada innovadora de esta institución, que desde hace muchos años, sumó en la lista de sus socios a las Mujeres, invitándolas a formar parte, de manera independiente, en la cédula de socios inscritos en este centro social. Hacemos mención en este momento a la directiva que presidió el Dr. Nelson Chamochumbi. Indudablemente, una nota de avanzada.
En el espacio interior de este centro social se han llevado a cabo muchas fiestas que forman parte de su tradición, por ejemplo la fiesta de Año Nuevo, de 28 de Julio, de Carnavales. Pero también el club está pronto a realizar reuniones y eventos como conferencias, exposiciones, recitales, contribuyendo así al desarrollo cultural de sus socios y muchas veces, de la colectividad pacasmayina. El programa que en esta ocasión se ofrece corrobora estas palabras: la Presentación del Grupo de Zarzuela del Club Regatas Lima, la Gran Noche Deportiva, la Exposición de fotografías y pintura de autores locales e invitados, así como el Almuerzo Criollo y la Fiesta de Gala son actividades que rubrican el deseo de celebrar su historia centenaria como asociación de carácter social.
Un siglo de vida institucional nos habla de muchísimas sesiones, cientos y cientos de actas, de múltiples actividades realizadas, de anécdotas y datos interesantes, de sesiones con diversos ritmos de empuje, de frustración, de empeño, de tesón y de trabajo. Llevar adelante una institución como ésta exige hacer todo lo posible por dotarlo de un ambiente acogedor, humano y placentero, distinguido y decente, estable, prudente y cada vez más autónomo y democrático. Hoy, indudablemente, el ritmo de la vida ha cambiado. Los seres humanos necesitamos lugares de encuentro, espacios vitales en humanidad y solidarios, cada vez más, en valores. Necesitamos cada vez más, ensayar la amistad, aprender la donación, experimentar el diálogo.
En estos CIEN AÑOS DE VIDA del CLUB PACASMAYO hacemos votos porque su presencia en nuestro querido puerto esté animada en todo momento por estos principios que son los que aseguran una vida más digna, más generosa, más placentera y más humana.
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