EL ENANO DE ATICUÌ

Graciela Zárate León

En la tierra de Aticuí
vivía un buen enanito,
tenía un conejo blanco
y un perrito pendenciero.

Un buen día el enanito
quiso robar una estrella
para alumbrar su casita
y no vivir en tinieblas.

Miraba el cielo y pensaba
¡Cómo lograré robar
esa estrellita coqueta
que me guiña desde lejos?

El conejito le dijo:
Yo estoy a tu lado y tengo
tus ojitos con fulgor
¿Por qué quieres una estrella?
¡Sueños son sólo ilusión!

El perrito pendenciero
también dejó oír su voz:
Enanito, yo te cuido
en las noches del ladrón..

¡Acaso podrá la estrella
defenderte con su luz?
¿Por qué robar una estrella?
¡Sueños son sólo ilusión!
El enano pensativo,
hízose esta reflexión:

Tengo alrededor belleza,
mucho cuidado y amor…
¿Por qué buscar una estrella
si es solamente fulgor?
¿Por qué buscar imposibles
teniendo cerca el amor?

Òyeme niño bonito
aprende a ver la verdad,
aprende a vivir la vida,
en su propia realildad.

No divagues entre sueños
que a ninguna parte van.

Te queremos grande y fuerte,
hombre valiente y tenaz,
para construir tu patria
en su propia realidad.